Atrapado en el tiempo.

El sábado por la tarde me llamó una amiga para charlar un rato y me contaba que estaba en la terraza de su casa tomando el sol. Cuando terminé de hablar con ella me dio tanta envidia que me subí a la azotea de mi casa a tomar el sol yo también. Sin embargo, cuando estaba allí como una lagartija (albina) al sol, me dí cuenta que no iba a volver a tomar el sol hasta el fin de semana siguiente y que durante la semana no veo el sol ni por asomo.
Por eso, una de las cosas buenas que tiene opositar es que, hasta cierto punto, haces un pacto con el tiempo y parece que por tí el paso del tiempo pasa mucho más despacio. En mi opinión son varias las causas.
Una de ellas es que sigues siendo un "estudiante" y como tal, no sueles vestir con traje o ropa muy arreglada, lo que favorece tu look de eterno adolescente. Y otra, que yo creo que es la más importante, es que tu sólo ves el sol en las noticias.
Como dicen en casi todas las revistas de belleza, no hay mejor anti-arrugas que un buen protector solar. Bueno, pues yo añadiría que no hay mejor protector solar que tirarte todo el verano estudiando viendo el sol los domingos. El aspecto albino que adquirimos los opositores nos previene del envejecimiento precoz.
Pero este pacto con el diablo para no envejecer tiene fecha de caducidad. Si te tiras muchos años opositando, en vez de eterna juventud, te vas consumiendo un poco más rápido que el resto. ¿Os pasa a vosotros lo mismo?, ¿os echan menos años? ¡Feliz semana!