Crónica del Día D.

Domingo 7.30 de la mañana, suena el despertador y mi primer pensamiento es: “Hoy es el principio del fin, estás preparada y puedes hacerlo”. Me levanté y me repasé dos temas de legislación (el 3 y el 8) porque tenía la sensación de que uno de los dos iba a caer en el examen.

A las ocho salí de mi habitación y me preparé el desayuno con toda la calma del mundo (había tiempo de sobra), después fui a mi cuarto, hice mi cama, me arreglé y le dije a mi padre “Cuando quieras nos vamos”; y salimos para el examen.

Llegué al lugar indicado a las 9.15 de la mañana y no abrieron las puertas hasta las 9.45 (increíble, pero cierto). Mientras iban llegando el resto de opositores a la puerta me fijé en que muchos llegaban con apuntes. Yo la verdad, es que nunca llevo los apuntes (sino te lo sabes antes del examen, poco remedio tiene).

Como dato curioso os diré que estando en la calle esperando, observé como otra opositora en un momento de la espera decidió guardar los apuntes y sacar de una pitillera un cigarrillo un tanto sospechoso... Yo me tuve que ir de su lado porque no daba crédito y me dio la risa (¿pensaría que así iba a estar más inspirada?).

Cuando dieron las 10.30 ya estábamos todos sentados y preparados para que una mano “inocente” sacara las bolas y decidiera nuestro futuro. Primero los llamados “temas comunes” (vamos, legislación pura y dura) y después los “temas específicos”.

- Temas comunes: tema 3 y 4, escoger uno y redactar durante una hora. Como habréis adivinado, realicé el tema 3.

- Temas específicos: 4, 23 y 45. El tema 4 era un horror, pero los otros dos los llevaba estupendamente. Así que no había duda, tenía que empezar a escribir como una loca. Tenía mucho que contar en dos horas.

Cuando salí del examen, como os dije ayer, la sensación fue “esta vez sí”. Es más salí con un subidón que no me lo creía. Tenía la adrenalina por las nubes.

Hoy se me ha ido bajando un poco, pero creo que es normal. Por la noche empiezas a darle vueltas a lo que has escrito y piensas en lo que no has puesto y deberías haber puesto. Pero con eso y con todo, sigo teniendo la misma sensación.

Al hablar con una amiga me dijo “¿eres consciente de la diferencia con otros años? Siempre sales derrotada del examen. Es la primera vez que dices que el examen está aprobado” Y creo que tiene razón, que esa es la gran diferencia con respecto a los años anteriores. No sólo el examen me ha salido bien, sino que me lo creo.

Así que cuando vaya a leer (que creo que me tocará este viernes, porque van rapidísimo y nos presentamos muy pocos), iré tranquila y segura. ESTA VEZ SÍ, ESTA VEZ SÍ.

P.D: No me cansaré de repetíroslo, queridos amigos lectores, muchísimas gracias por los ánimos. Aunque no nos conozcamos físicamente cada semana que comentáis os conozco un poquito mejor y os cojo un poco un poquito más de cariño.

Estas semanas pasadas, aunque no he actualizado he leído vuestros comentarios y me han dado mucha fuerza en los momentos de agotamiento (no podía permitirme bajones) ¡¡¡Muchísimas gracias!!!!